lunes, 7 de mayo de 2007

ESPEJISMOS



¿Cuál es tu propósito?, preguntó la alondra a un canario enjaulado.

Mi propósito es comer semillas.

¿Para qué?

Para poder ser fuerte.

¿Para qué?

Para poder cantar –respondió el canario.

¿Para qué? –insistió la alondra.

Porque cuando canto me dan más semillas.

¿Entonces… tú comes para poder ser más fuerte para poder cantar para que te den más semillas para que puedas comer?

¡Así es! –afirmó categóricamente el canario.

¿Cuál es el propósito de mi vida? Esa es la pregunta que muchas personas se hacen día tras día, algunos se atreven a decir que es una mera etapa más de la vida titulada “crisis de identidad”, en donde buscamos desesperadamente esa justificación a nuestra vida. Culpamos gratuitamente a la adolescencia o juventud, etapas tan hermosas pero complejas; y complejas no solo por los cambios substanciales que implica este periodo sino también por esas ridículas preguntas que nos hacen…. ¿Qué vas a estudiar? ¿Qué vas a hacer en tu vida?. Y es en ese momento en donde comenzamos a buscar nuestro propósito en el lugar erróneo. Como en una carrera, “yo quiero ser abogado”. ¡Excelente!, pero difícilmente una justificación para existir.

Otros optan ser una “obra” humana en lugar de ser un “ser” humano. Son lo que hacen; por tanto, hacen mucho, porque si no lo hacen, no tienen identidad.

Hay quienes son lo que tienen. Hallan importancia en un auto nuevo, en la ropa nueva, o simplemente en la posición social que les implica tener un apellido determinado. Otros prueban con deportes, juegos de azar, relaciones sexuales y cualquier otra cosa ideada por la mente distorsionada del hombre.

“Espejismos en el desierto del propósito”, es así como lo define Max Lucado en uno de sus tantos libros. A mi parecer, encontré genial esa frase, pero más espectacular fue lo que encontré en el libro de Romanos 1:22: “Profesando ser sabios, se hicieron necios”.

Uy!!!!... ¿ya no sería hora de enfrentar la verdad? Si no reconocemos a Dios en nuestra vida, a lo más que podríamos aspirar es a ser descendientes del mono, animal a mi parecer bastante feo, perdonándome aquellos amantes de los animales.

Si quieres creer esa respuesta, derivada directamente de la pregunta ¿Cuál es la importancia de la vida? A la cual se responde con un “no sabemos”, es tu opción. Pero yo me quedo con lo que dice en Efesios 2:10: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

Con Dios en el mundo, no somos ni un accidente ni un incidente; somos un don para el mundo, una obra de arte divina, patentados y certificados con la firma personal de Dios en nuestra vida. Entonces, ¿Cuál es el propósito de tu vida?.

¡¡¡Piensa!!!

¿Cuáles son los “espejismos” que no me dejan ver los propósitos de Dios para mi vida?

¿Qué “propósitos” veo que Dios está preparando para mi vida en donde estudio o trabajo?

Diálogo con el Rey:

Jesús, aclara mi visión para entender el porqué de mi vida. Y de paso, ayúdame a encontrar mi razón de vivir para ti.

(Freddy Carrasco)