lunes, 19 de noviembre de 2007

MONOS ANIMADOS

¿Quién no ha visto “monos animados”? Algunos son clásicos, como los que nos acordamos en las fiestas, y que son de años en la televisión. Y aunque padres e hijos los hayan visto, igual nos siguen causando gracia. Y nos animan cada vez que los vemos o nos acordamos de, por ejemplo, los autos locos, el correcaminos, los thundercats, los padrinos mágicos, etc. Por eso será, digo yo, que se llaman “monos animados”, porque animan.

Esta palabra, animar, (del lat. animāre) significa “infundir vigor a un ser viviente”. En sus orígenes tenía la idea de “soplo del aire”. De ahí viene lo de dar aliento, o sea, echarle aire al que está en las últimas.

Y todo esto por lo de animar a otros. A veces sólo sentir que alguien respira a tu lado es de sobra y basta. Anda tanto desalentado por el lado de uno que da no sé qué. Incluso los que se ven como seguros de sí mismo, necesitan una palabra de aliento. Como Pablo, que tenía un amigo llamado Onesíforo (¿sabías que significa “el que trae provecho”?) Cuando el apóstol estuvo preso en Roma fue y como dice él “muchas veces me dio ánimo” (2 Timoteo 1:16-18). Ser de aliento hace bien, pues hace crecer.

A propósito, hay una historia de unas ranas que iban de viaje y una de ellas cayó a un hoyo profundo. Las otras comenzaron a gritarle que para efectos prácticos mejor se dejara morir porque tenía cero posibilidad de salvar su vida. Pero la rana seguía saltando con más fuerzas. Y aunque las otras ranas le gritaban y gesticulaban que se dispusiera a morir. Igual siguió dando saltos hasta que logró salir.

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.

Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado tiene el poder de dar vida. Bien vale la pena darse el tiempo para animar a otros. Como dice Pablo: “Por eso, anímense los unos a los otros, y ayúdense a fortalecer su vida cristiana, como ya lo están haciendo.” (1 Tesalonicenses 5:11 – TLA)

2 comentarios:

una hormiga que ahorca un elefante dijo...

para mi es una bendicion haber llegado a temuco y especificamente a la UDJ, que cada sabado me anima y bueno siempre han sido un gran apoyo durante mi estadia en esta ciudad...
desde ya espero que Dios los bendiga un monton mucho
besos y abrazos
anny

milcita dijo...

los emjores monos animados son los jovenes de udj de la primera, me divierten, me entretienen, me enseñan, que Dios los haga mas grandes aun.