viernes, 29 de julio de 2011

POR QUÉ YO NO SOY MASON

Un pastor conocido me llama por teléfono y me habla con una voz de misterio:

- ¿Eres Radical?

- La verdad es que soy más bien Socialista.

- ¿Y bombero?

- Naaa…sufro de vértigo a las alturas.

- ¿Y…. masón?

- Bueno, no. Porque como dice el refrán “plata (y miedo) nunca he tenido”.

- Ah, qué bueno-, me dice.

- ¿Y eso por qué?-, pregunto.

- Es que estoy levantando un movimiento que proscriba la masonería, de modo que queden marginados de las iglesias-, responde entusiasmado.

- ¿Y eso cómo sería?

- Lo primero es que tendrían que dejar la masonería, empezando por los pastores. Y a estos los eliminaríamos de los registros de la Uniones Regionales y Nacionales.

- ¿Así de drásticos?- le replico con voz bajita.

- Y aún más- me dice-; mi idea es que le cambiemos el nombre a la biblioteca del Seminario Bautista, al Aula Magna del Colegio Bautista y la mismísima Fundación “Diego Thompson”. Después renegaríamos de todos los logros que nos favorecen, pero que son obra masónica: Separación Iglesia-Estado, los cementerios laicos, el Registro Civil, Educación Pública-, termina emocionado.

- Pero…¿y qué pasa entonces con aquellos principios Bautistas como la libertad de conciencia y la libertad de expresión?-, le replico con temor y temblor.

- …..

- ¿Y qué va a pasar, entonces?-, pregunto curioso.

- Tendrás que firmar un documento de corroboración de estas normas de conducta…-. Y corta la llamada.

Anoche tuve una pesadilla. Hombres con capuchas blancas rodeaban mi casa con antorchas encendidas. Me desperté gritando: “¡No, no, no…yo no soy masón!”

¿Me estaré volviendo loco?

martes, 21 de junio de 2011

Si Zaqueo estuviese en el rubro educacional

Como buen profe que se precie de tal, tengo que trabajar hasta 12 horas diarias. Así que llego (recién a almorzar) casi al final del programa “Quién quiere ser millonario”. Un chico universitario llega a la última pregunta por 3 millones de pesos.
- ¿Qué harás con el dinero si respondes correctamente?, le pregunta la conductora ABC1.

- Podré pagar la deuda y continuar los estudios en la Universidad, que tuve que suspender por falta de dinero. Y agrega de un modo conmovedor, como me comentaron en Fb, “y un perfume de calidad para mi abuelita, con quien vivimos.

Así está la educación por estos días. Si se pudiera expresar en dos palabras el estado del sistema educacional en Chile sería: desigualdad e injusticia.

El diccionario define “lucro” como ‘ganancia o provecho que se saca de algo’. Tiene su raíz en el latin lucrum, de donde viene logro...¿esos serán los “logros” de la educación chilena? El negocio es demasiado bueno. José Joaquín Brunner, experto en educación, lo confirma: “hay instituciones universitarias que… reparten excedentes mediante subterfugios, inventan canales para eludir la ley y darle dinero a los controladores o propietarios. Para completarla la inversión en educación es un desastre: En las universidades, el 85% del total lo financian las familias y el 15% restante proviene del Estado. En los países de la OCDE es al revés: el 85% lo aporta el Estado. Solo tres países empeoran el ranking, y donde la educación también es un lujo: Estados Unidos. Inglaterra y Japón. Con el sistema que tenemos hoy en día, cero posibilidad de un futuro laboral y de movilidad social para la amplia mayoría.

Me entero que todo esto se inicia el año 81 y me doy la lata de leer a Jaime Guzmán (Opus Dei y papá de la UDI). Me quedo pegado en una frase: “la llamada solidaridad, al margen de estímulos competitivos, siempre ha redundado en mediocridad y fracaso.” Y, entonces, me acuerdo de Zaqueo, ese chico sinvergüenza que si no es por la autoinvitación que se hizo Jesús a su casa, a esta hora se estaría achicharrando en el infierno. (Lucas 19:1-9)

Si el tal Zaqueo viviese en estos tiempos sería un sostenedor de Liceos y propietario de Universidades. Sobre su escritorio tendría una placa con la frasecita de Guzmán. Por cierto, él mismo sería un modelo deactividad creadora individual, así como…(de) valorización del esfuerzo y la superación personal…”. Porque sin el menor escrúpulo lucraría a costa de los más vulnerables y sin remordimientos.

Solo un hecho aparentemente fortuito “provocaría” un cambio real: ese encuentro con Jesús y la conversa acerca del reino y su justicia. Al final se agarró la cabeza y no le quedó más que asumir su pecado de inequidad y decir: “-Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo. Y si he robado algo, devolveré cuatro veces esa cantidad.” (Lc.19:8

La educación requiere de un cambio radical. Solo el evangelio del reino de Dios puede provocar ese cambio: equidad y justicia en educación. Y creo que esta generación de jóvenes cristianos pueden ser agentes de cambio y de paz, sumándose a las demandas de los estudiantes. Así nadie tendrá que apostar al azar y la buena suerte para estudiar en este país.

miércoles, 26 de enero de 2011

Si Bielsa fuese pastor...


Si Bielsa, en lugar de entrenador de fútbol, fuese pastor o líder de jóvenes, tendría a varios líderes religiosos a la siga…para crucificarlo.

Escogería para el equipo no necesariamente a los más populares o, supuestamente, los mejores. Elegiría a los esforzados, a los dispuestos al sacrificio por lograr el propósito último. A los conflictivos, polémicos, osados, atrevidos; les daría una oportunidad. De hecho, Jesús, que sabía bastante más de liderazgo, llamó a “lo que votó la ola” de la institucionalidad religiosa y social de su tiempo para que fueran sus discípulos.

Aprenderían todos del “ensayo y error”; y si se llegase a equivocar por un mal gesto o actitud hacia alguien del equipo, no dudaría en pedir perdón públicamente. Total eso no te resta autoridad ni te baja de ningún pedestal de poder, porque sencillamente no tienes ninguno. Lo intentarían una y otra vez, hasta lograr la jugada, porque la idea es trabajar duro no para alcanzar lo mejor, sino lo óptimo. Al menos así lo pensaba también el apóstol Pablo.

Actuaría en consecuencia con sus íntimas convicciones. Jamás se haría cargo de la crítica solapada o andaría preocupado del “qué dirán”. Y aunque su autenticidad tarde o temprano le pasaría la cuenta del sistema, su coherencia de vida sería apreciada por los que van por el mismo rumbo.

Amabilidad ante todo sería su consigna. Al mismo tiempo reservado con lo que se le confía, porque ser confiable te da credibilidad. Lo que le cuenten o lo que pase queda sólo entre tú y yo.

Viviría en la austeridad y sin una aparente humildad. Jamás cuantificaría el valor de su tarea ni el de los demás, por la casa, el auto o el reloj de lujo cuales signos de prosperidad.

Y al final, como obviamente un pastor o líder con ese perfil no calza en el sistema, terminaría yéndose a otro lado. Pero, una cosa es segura, el pueblo de la iglesia o los jóvenes le expresaría su cariño, no querrían que se fuese y lo apoyarían hasta las últimas.

Eso si es que fuera pastor.