domingo, 24 de junio de 2012

Jesús fue un "chico reality"



Imposible no enterarse por las portadas de los diarios o las extensas notas en los noticiarios de TV. Resulta que (como si nadie lo supiera) el “gurú” de moda le hacía a la “falopa”. Y que la Vale ingirió un cóctel de alcohol y drogas, y se tajeó los brazos. Y que el “chico reality” cuasi se incineró por atraer la atención como lanza fuego rodeado de sus admiradoras en una disco.
A alguien le oí decir que todos estamos metidos en una gran reality; que este mundo posmo es un reality, ya que siempre hay alguien que te está mirando. Y, por supuesto, no falta quien te graba o toma un pic y te sube a youtube o Facebook (que como dice un amigo, es muy hocicón). Y ahí estás, expuesto a vista y paciencia (y juicio) de Pedro, Juan y Diego.
Buena o mala cosa esto de ser un “chico” o “chica” reality. A fin de cuentas, conocidos por todos y por nadie.
Pero Jesús también fue un chico reality, pero de verdad. Porque él también fue visto por todos, con la diferencia que “vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad.” (Jn.1:14-TLA). Y lógico que hay maneras y maneras de mostrarse, de que los demás te vean, de no ser invisible cuando se privilegia la autoimagen, que al final de cuentas es nada porque lo que vale es quien eres. Y Jesús se mostró tal cual quien es él: lleno de amor y de verdad.
Y en la era de la opinología, chic@ reality abre la boca y todos quedan con la boca abierta porque la profundidad de sus dichos no va más allá de impresiones del tipo “me gusta” o “no me gusta”. Y la diferencia, abismal, con Jesús es que todos se admiraban de sus enseñanzas nuevas y frescas, y no como los “viejos” reality del fariseísmo legalista. Por lo demás, dejó clarito que lo que llena nuestro ser interior…bueno, de eso es lo que vamos a hablar. Por eso Jesús (y ahí está nuestro desafío en el reality posmoderno) influenciaba la vida de las personas, al extremo de que se fueran pa’ la casa dándole vueltas a su vida misma, cuestionándose si vamos en la micro correcta. En fin.
Jesús era de buena madera, ¿a dónde se ha visto que un chico reality piense primero en el bien del prójimo que en su ego roba cámaras y flash? Ni que decir de buscar la popularidad fácil y rápida, si es cosa de ver cómo se le ofreció en bandeja el éxito, la fama y las riquezas…si adoraba a Satanás. Si ese es el camino corto, el atajo. Y tod@s l@s reality andan en esas.
Jesús era un chico reality de verdad. Solo él podía superar una prueba extrema: morir en una cruz por nosotros –sus amigos- y luego salir victorioso en su resurrección.