Cuidado con la provocación a l@s chic@s, advertía el apóstol Pablo a los papis de Éfeso. Porque “sin decir ¡agua va!”, pueden reaccionar en su estado transitorio de adolescentes. Etapa absolutamente normal a cierta edad, pero que es un problema si no se supera en su tiempo (como a veces les ocurre a los adultocéntricos).
El origen del “agua va” viene de
Para evitarse un buen chaparrón, considérese lo siguiente: Jamás subestimes a los adolescentes. Recuerda que ellos van a reaccionar como adolescentes…¡no tú, si eres adultocéntrico! No se pierde el tiempo al escuchar a un adolescente, se invierte en una relación en el tiempo. Tu óptica de adulto, no es la misma de un adolescente. Evita dictar cátedra, como conocedor absoluto de la verdad, porque ellos tienen su propia verdad y que no es menos válida. Si intentas ironizar o descalificar a un adolescente…consíguete un paraguas, porque seguro que sin aviso, ¡agua va!
Pero, chic@s, Pablo también decía que tenemos que controlarnos si nos enojamos. Es que no se puede andar por la vida tirándoles agua a los adultos. Cuando un impulsivo joven le corta la oreja con su espada a uno de los que arrestaba a Jesús, el Maestro le da una ilustrativa lección –que va para jóvenes y adultos-; nuestras acciones y reacciones tienen siempre su consecuencia. No debemos precipitarnos en arrojar el vaso con agua. La injusticia genera más injusticia; la odiosidad; más odiosidad. Jesús nunca renunció a la verdad ni a la confrontación de la mentira o la injusticia, pero hizo la pregunta oportuna. Por ejemplo, ¿por qué María Música “sin decir, agua va” lanza un “jarrazo”? Piensa.
martes, 15 de julio de 2008
Ministra...agua va!!!!
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